viernes, 3 de febrero de 2012

No ser o eras.

Ayer te asesine. No me arrepiento porque la culpa es cosa de cobardes. Y como te lo demostré ayer mismo no soy ningún cobarde. Ni tus palabras esquivas ni esa actitud impenetrable te sirvió esta vez. Hubo veces en donde se me cruzo por la cabeza pero a decir verdad, quien no ha jugado ese limite ¿importa ahora? ¿Te importa a vos, que ya no sos? Para mi antes de ayer esta tan lejos que es un eco. Ese sonido cargado de tristeza que llamamos eco. Reproducción de pasado desfasada del eje, fuera de contexto, desafinada de sentidos. 
Que tonto soy, te lo cuento como si no lo hubieses sabido. Me puedo imaginar la charla que hubiésemos tenido. Vos consolandome sin que yo lo necesitara. Solo para que entienda el bien y el mal. Que vos bien y que yo mal. 
Vos y tu cómoda postura de cuidarme.  "Si es para que yo no sufra" me llegue a mentir a mi mismo. Ahora... decime una cosa, desde cuando es importante no sufrir. Quien te dijo que yo no quiero sufrir, quien te dijo que no lo elegí. No,el sufrimiento fue parte de esta vida. Parte de las elecciones. yo elegí y punto, es suficiente.  Pero eso no te alcanzaba, buscando siempre ese algo mas. Eso que nunca debería llegar. Para vos  la diferencia estaba en que me cuidabas, me deseabas el bien. Todo lo hacias por y para mi.  Y Entonces eras invulnerable.;  a mis palabras, a mis gestos, a mis regalos... A mi... o eso te decías en algún torcido recoveco de tus pensares. 
Tan complicada como transparente. Tan fuerte, tan entera y no te alcanzaba tampoco. Por eso ayer fue distinto. Por eso te moriste, por eso y solo por eso. Si hubieses dejado todo así.  No me arrepiento, no soy cobarde. No siento culpa lo puedo seguir repitiendo y nada va a cambiar. 

Nos encontramos sin querer camino al puente, coincidencia en ese momento ahora no puedo dejar de darle un valor mas místico.  Primero tu perfume y después vos, sorprendida y sonriente. Tu sonrisa me contagio una a mi. Dos besos formalidad que siempre deteste.  Uno solo en la comisura es mejor y eso lo sabe cualquier adolescente quinceañero.  Hablamos algo, no se o no me importa recordar que. Se que era para escaparle al nosotros. Me huías y yo miraba tus labios, tentación, pecado, exceso.  Vos hablabas y yo estaba en tu cuello, tus manos, tus piernas.  Esas tetas hermosas que me trasformaban en un lactante cada vez que te veía.  Lujuria, reproducción, sexo, coger, tocarnos, amarnos. Éxtasis.  A eso me refiero, eso que ahora digo en obscenas palabras eso de lo que escapábamos.  No, vos escapabas yo no. Te hubiese amado ahí mismo y no. Porque ahí si soy cobarde, soy persona y no humano.

Y ahí estábamos,  caminando a algún cafe, a algún restaurante a algún lado. Vos y yo, de lejos y para otros quizá un nosotros. Pero éramos solo un yo y un vos. 
Te reías; yo me reía. Brillabas como siempre... Como nunca mas. 
Se que en parte fui yo el que te dejo arrastrarme hasta este punto, pero vos, que ahora estas muerta. Te quedaste, me buscaste, me pediste que te matara de mil maneras.  No lo podes esconder mas. Y mejor yo que alguien mas. Mejor yo que te amo, corrijo el tiempo verbal:  te ame, porque estas bien muerta.

Te mate como vos querías, por sorpresa. Nunca lo viste venir y a quien engañar yo tampoco.  Culpa no tengo porque no lo planee y porque no me arrepiento de nada. Lo sentí, lo pensé pero no hubo plan. 
Siempre supuse que matar a alguien era algo que pasaba fuera de lo cotidiano. Fuera de la normalidad. Que un asesino, no se levanta, desayuna ,mira los Mail, lee el diario y después sale asi como asi y mata.  Porque tomar una vida es algo trascendente. Nos lo enseñan todos los días. Lo vi en la tele, lo escuche en la calle, me lo dijo mi vieja  en casa.  Pero claro no es asi. Porque no es " una vida" es tu vida y es mi vida. Y vos lo buscaste. Vos lo pediste. Invulnerable, inamovible todo lo pensabas, todo lo calculabas, hasta tus libertades, hasta tus ganas de escaparte de tu prisionera vida.  Por eso me dejaste acercar lo suficiente. Supongo que la sensación de que te quedabas me atrapo.  
Pero ayer lo entendí, fue tan claro. No importaba quien.  Todos esos hombres a los que debiste hacer lo mismo y no supieron entender tus complicadas maneras.  
Pero ayer, yo, lo entendí. Fue un haz de luz; algo divino. Si es que vos o yo creyéramos en lo divino. En dios...  
Sin dios no hay culpa, sin dios solo éramos nosotros.  
Te lo debía, sabes, no por rencor que admito supe tenerte. Te lo debía por lo que significaste en mi camino. Quien es capaz de dudar que te ame. No se cuando salimos del cafe, no se cuando accediste a venir a casa, nunca habías accedido.   Y yo yo podía contenerme, eso era el cielo... Claro que  el cielo y el infierno son lo mismo. Es solo un momento,  es solo una manera de ver.  Perspectiva. El dolor. el placer. Solo palabras, parecen antagónicas y no, ya ves.
Porque viniste a casa, porque te ofrecí el te, porque te ofrecí poesía y música y tomaste todo, como nunca lo habias hecho como nunca mas lo harás. 
En algún momento dejaste de reír, ya llorabas en mis brazos cuando te bese.  No dijiste no, no había marcha atrás.  Te ame y vos no estabas. Te ame y vos llorabas y gritabas. Pero no porque no quisieras. Porque lo yo no había planeado... pero vos si.  
Me pregunto si habrás desayunado, si habrás leído los Mail o el diario... Te lo debía y te mate. Vos hubieses hecho lo mismo soy capaz de decirme.  
Porque entendí eso que los otros no: 
Para vos no puede ser, si no es todo; un todo mucho mas grande que la vida, que el sexo,que el tiempo, que mi luna, que tus poemas. Que nuestras diferencias idiomáticas, que los dos besos, que mi lujuria... Por eso llorabas, por eso gritabas. Así como los bebes cuando nacen. Llegabas a la realidad y solo se puede ingresar llorando. Una ultima expiación para abandonar este mundo vacío. 

Te mate ayer, mientras dormías. Lo sabias pero no lo esperabas,  te moriste ahi en tus sueños justo como viviste.  Te moriste sin quejas sin dolor. Te moriste bien muerta y te odio por eso. Y te odio y te amo y no se como seguir.  Pero no por culpa, no por dolor, no por cobardía. Sino porque me mate a mi tambien. Porque me dejaste en el mundo y te fuiste aun antes de que matara. Vi la paz mientras dormías, todo era tan claro y yo estaba tan solo.  Y vos como el Buda, como Sidartha, solo asi podía ser, no había otra opción. Ahi mientras te miraba pasaste de ser a solo estar.  
Entiendo que a esas alturas vida o muerte ya no significaba nada para vos. 
Lo que no murió con vos, siempre te va a recordar. 

Hoy espero que no resucites... No seria capaz de soportarlo.
Porque te mate, que quede claro. No es que te me moriste.
Quiza mañana me mates vos a mi. 
Quiza mañana nos toque sobrevivirnos. 
Y quiza solo quiza muramos juntos...

G.G

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