jueves, 3 de julio de 2014

Nada que explicar.

No me expliquen lo inexplicable, a las pasiones si se las racionaliza se las pervierte. Porque no existe parcialidad en el que desea. No digo que no se pueda analizar a la pasión, pero el hacerlo tiende a la desnaturalización de los hechos. La racionalización elimina variables para entender el conjunto y desaparecen los matices. El problema esta en la medida con que se analiza, se usa la razón y la pasión tiene una medida animal, inconsciente. La pasión analizada es  el gato de Schrödinger, vivo y muerto dependiendo de cuando. Expone además la carencia determinante del sistema de referencia. Lo racional en la pasión desbordada de error humano, esa es su sistema de referencia. Es decir querer entender todo hace que las cosas que no se puedan explicar sean menospreciadas convirtiendo al análisis en absoluto e inexacto. No existe verdad en el que sólo opina desde la grada o la platea. La opinión sin cuerpo, es decir sin el conocimiento del esfuerzo físico, es bastarda y  esta fuera del bien común. La opinión sin cuerpo es un acto egocentrista porque deja afuero el calor, lo irracional, lo animal ergo la conexión con el otro. Porque lo que hace a la conexión es inconsciente.  La opinión no es una verdad y basar una crítica en lo que uno piensa de algo, es tendencioso. Cuando uno además de opinar desde este lugar no sabe que lo esta haciendo desde ahí, aparece otro problema, la frustración que produce la falta de cuerpo. El no sentir al animal nos hace resentidos. La opinión racional de la pasión elimina el proceso y se concentra en el resultado. El dilema de proceso y resultados aparece en casi todo los ámbitos. Dirán que un buen proceso lleva a buenos resultados pero diría yo que si bien el trabajo hace a lo propicio de los resultados existen factores que son tan o igual de importantes a la hora de las cuentas. 
En el mundo de las jerarquías; de buenos y malos, de éxitos y fracasos. La imposibilidad de cuerpo, de ver las diferencias genera más jerarquizacion. El que esta fuera de la media debe caer y ser mediocre o convertirse en un mito, una figura para sobrevivir sobre los demás como no humano. El no humano puede ser un héroe o un villano. Y es más importante lo que representa que el mismo. Nadie puede escapar de la mediocridad salvo que se este dispuesto a alejarse de la sociedad. El genio, el loco, el enfermo, ellos. Por eso buscamos ver como caen los que destacan, porque vuelven a nosotros. Y tan simple y complicado en estos términos siempre deberá haber un ellos y un nosotros: los del medio.


G.G

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