domingo, 3 de mayo de 2015

Lo que no es

Faltaba algo, no se que era, pero sentía la falta. Sentía la sensación de la falta y no la palabra que decía que era. Buscaba por todos lados, abajo del sillón, en el frasco que desde hace dos años esta en la heladera, pero nada, ninguna palabra, ninguna imagen que me permitirá algo mas que esta sospecha. Es difícil vivir con la sensación de que algo falta, lo sabe cualquiera que haya olvidado donde dejo las llaves o la combinación del candado de bicicleta.
Difícil, sobretodo al principio, pero después de unos días uno aprende a convivir con la sensación. La incorpora a lo cotidiano la funde con la rutina, de alguna manera se debe seguir. Lo primero que pasa es que pierde la capacidad de saber si alguna otra cosa falta, acostumbrarse a algo es vedar la manera de percibir y se pierde algo, otra cosa mas.
Después del acostumbramiento el faltante empieza a llevarse la cordura también, al menos el sentido que necesitan los demás. Los que no sienten o no quieren darle importancia a lo que no se puede describir y que no esta. Códigos de la vida en sociedad les dicen.
Otro síntoma: buscar eso que no se sabe que se busca, resultado, el insomnio.
Se pierden los sueños dirá alguno pero diría yo que en realidad invade el sueño la vida del día, después de dos días sin dormir nada llena el vacío.
Entre las miles de preguntas que me aparecen en mi búsqueda me pregunto si lo que falta y no tiene palabras podría ser más de una cosa. Podrían ser 7 cosas o podrían ser 0,5 cosas. Lo llamo lo que falta y a esta altura del partido siento que cual virus la sensación se ha replicado en muchas faltas, pero no todas sin nombre, ni sin palabras. Hay faltas que identifico y que sacian el vacío de no saber cual es la falta primigenia, la original.
Tengo imágenes de cosas que faltan, sonidos que rebotan en silencio, lo deforman y lo hacen ritmo y espacio.
Los olores son lo peor, son solo sensación, no me dejan elegir, el olor te devuelve a pasados felices y a los más terribles. Pero cuando el viaje no tiene destino, el olor se ocupa de diluir la memoria y desorientarnos aun mas.
La falta tiene movimiento, y en su no forma no hace mas que borrar las figuras de lo cotidiano. Avanza consumiendo mis horas, el tiempo ya no es. Se devora a mis conexiones.
¿Que le da tanto poder?
La sensación del llanto, querer llorar y no poder es impotencia. Estar tentado es también una sensación, un descontrol, es no querer reír y no poder parar de disfrutar el estar riendo.
Ya sale el sol, o la luna no lo se bien claro.
Algo perdí, pero no se que. Siento que falta.
¿qué falta?






G.G

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