Lo inesperado en tres tiempos verbales
Te antecedió un encuentro, luego un viaje
Tu erotismo esdrújulo resucitó mi vergüenza, luego un cambio
Simplificó el vino el candor de tu laberíntica sencillez con la música de tu perfume, luego una señal.
Ya en presente, el broche camaleonico se toma como excusa
Nápoles, el testigo fiel sin s, la óptica de las monedas, historias en collage
Tejen la sintonía fina entre curiosidad deseo y atracción con puntadas de un blanco y frío miedo que resurge de la experiencia de otras telas.
El futuro de un viejo mundo será anécdota real de un sueño surrealista
Tu lugar nos envolverá en espuma de olas
Mi lugar nos arrugará juntos en grises cálidos
Y como en la antítesis de un acertijo la síntesis ser o no ser, será nuestra guía.
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