jueves, 17 de mayo de 2012

Las horas

La hora pasa, el silencio se hace débil
En la cripta de los recuerdos estalló tu nombre.
Olas en llamas te acercan, se activa mi sensor, te siento.
El perfume grita tu apodo y vos con elegancia te escurrís entre las sabanas.

Las horas, recóndito simulacro del tiempo,
Física de lo abstracto, trabajo abstracto! centímetro de cuentos.


¿En quien confiar si te robaron la noche?
¿Acaso fue un buen invento la ilusión de medir el tiempo?

En aquellas tardes cuando la cárcel no existía,
caminaba danzando, entrelazado por nuestro último encuentro sin prisa ni miedos.
El aire temía mi danzón pues en un suspiro lo devoraba sin broma.
Qué extraño Buenos Aires! Qué difícil es expresarte hoy!
¿Acaso habrá sido lo mismo lo que nos jodió?
¿Quién puede medir a un niño, a un loco, al verdadero artista,
A Diego, el amor, mi amor! y… una ciudad? ¿Realmente se puede?



Caí sin vueltas ni nudos en el engaño universal.
Caí sin siquiera lastimarme pues, nací caído. (Ahora lo veo)
Y ahora que lo veo también lo pienso; creo que solo algunas pocas veces me escape de la cárcel.
Y hoy, rompo la cadena, los barrotes y me vuelco a la vida sin mediciones…
Sin brújulas morales fagocitadas por los presos; en todo caso, hoy empiezo a entender
que los presos me van a querer siempre encerrado. Y jamás van a poder mirar mis esquinas,
mi mundo; jamás los eruditos del infierno y el cielo inerte van a volver a medirme así.
Hoy murieron… aunque sus relojes, sigan funcionando. 

1 comentario:

  1. Hay campos de batalla que no son lugar, ni espacio: son momento. Alguna vez hemos hablado de esto. Y cada vez me convence mas la sensación de perspectiva temporal. El diablo existe y que nos miente el tiempo disfrazado del reloj. Prefiero sufrir y amar en relativo... odio el faniversario de la falsa exactitud.
    Muy bueno, me gusto mucho, y tiene pasajes mágicos." nací caído "

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