
Pero
a la distancia de esos meses esa acción magnética que da la soledad
golpeaba con sabor a deseo; De vernos, de vaya a saber uno que. En
fin solo hubo que coordinar, limitándose a lo mas basto del lenguaje
adolescente: un lugar y algún ahora no muy distante.
Yo
llegue después. El esperaba sentado en el cantero de la puerta, como
tantas veces antes. Tengo noción vagamente del saludo y esas
primeras palabras porque estaba muy concentrada en una cantidad de
imágenes, sabores y olores que asumo eran recuerdos y que a medida
que pasaban esas décimas de segundo iban apareciendo, todos en un
orden asociativo que escapa a la descripción mas detallada y que va
desde esos en donde se siente en el cuerpo la sensación de plenitud
mas exquisita(algunos lo simplifican llamándolo felicidad) hasta
esos que con sabor a dolor de muelas estremecen al mas guapo de
los guapos.
Para
cuando volví a la tierra ya estábamos adentro, café mediante
jugamos a recordarnos como amantes perfectos, o por lo menos lo
suficiente como para sostener nuestra pequeña simulación.
Se
había generado ese clima tan característico que se produce entre
dos que se han visto mas que desnudos de ropa. Son esos momentos
cinematográficos en donde claramente la gente y el ruido desaparece
y solo quedan la situación y la música de fondo. Hacia rato que de
decir en decir habíamos caído en esa suerte de realidad paralela
donde se sabe que las palabras son hueco y aun así se las dice con
convicción.
Un
vendaval de temas trascendentes y que valen un cero: sentimientos
,temores ,anhelos ,odios, pude oír de su boca en las lejanías una
confesión a destiempo, de mi un insulto, para los dos la locura que
produce la insatisfacción de no saber frenar a tiempo.
Las
palabras habían hecho lo suyo otra vez, roto los códigos de
seducción y respeto. No eramos mas que un pasado necesitándose en
un presente solitario. Los mas cobardes del genero humano dispuestos
a odiarnos en secreto para no tener que enfrentar el miedo. Dos
condenados a vagar por lo mediocre jactándose de una debilidad y burlándose de los que osen ser
valientes.
No
hubo necesidad de nada, para eso también sirven las miradas...Me
acerqué y se acercó , silencio, y distancia.
Algun G.G
No hay comentarios:
Publicar un comentario