viernes, 11 de mayo de 2012

No todos somos heroes.


El tiempo nos había regalado meses sin saber el uno del otro. La ultima vez todo había dolido demasiado y no había lógica posible de sostener vernos.
Pero a la distancia de esos meses esa acción magnética que da la soledad golpeaba con sabor a deseo; De vernos, de vaya a saber uno que. En fin solo hubo que coordinar, limitándose a lo mas basto del lenguaje adolescente: un lugar y algún ahora no muy distante.
Yo llegue después. El esperaba sentado en el cantero de la puerta, como tantas veces antes. Tengo noción vagamente del saludo y esas primeras palabras porque estaba muy concentrada en una cantidad de imágenes, sabores y olores que asumo eran recuerdos y que a medida que pasaban esas décimas de segundo iban apareciendo, todos en un orden asociativo que escapa a la descripción mas detallada y que va desde esos en donde se siente en el cuerpo la sensación de plenitud mas exquisita(algunos lo simplifican llamándolo felicidad) hasta esos que con sabor a dolor de muelas estremecen al mas guapo de los guapos.
Para cuando volví a la tierra ya estábamos adentro, café mediante jugamos a recordarnos como amantes perfectos, o por lo menos lo suficiente como para sostener nuestra pequeña simulación.
Se había generado ese clima tan característico que se produce entre dos que se han visto mas que desnudos de ropa. Son esos momentos cinematográficos en donde claramente la gente y el ruido desaparece y solo quedan la situación y la música de fondo. Hacia rato que de decir en decir habíamos caído en esa suerte de realidad paralela donde se sabe que las palabras son hueco y aun así se las dice con convicción.
Un vendaval de temas trascendentes y que valen un cero: sentimientos ,temores ,anhelos ,odios, pude oír de su boca en las lejanías una confesión a destiempo, de mi un insulto, para los dos la locura que produce la insatisfacción de no saber frenar a tiempo.
Las palabras habían hecho lo suyo otra vez, roto los códigos de seducción y respeto. No eramos mas que un pasado necesitándose en un presente solitario. Los mas cobardes del genero humano dispuestos a odiarnos en secreto para no tener que enfrentar el miedo. Dos condenados a vagar por lo mediocre jactándose de una debilidad y burlándose de los que osen ser valientes.
No hubo necesidad de nada, para eso también sirven las miradas...Me acerqué y se acercó , silencio, y distancia.

Algun G.G

No hay comentarios:

Publicar un comentario