
Grite fuerte pero no por dolor, eso vino después. Fue por miedo... me estaba muriendo y no lo había planeado...
Miedo de morirme y miedo a no saber como. Me pareció imprescindible no perder la calma. Dicen que es lo mas importante en situaciones extremas y sin lugar a duda esta lo era.
De todos los planes, de todas las actuaciones esta debía ser perfecta.
Bien lo sabe cualquier hijo de vecino: Morir morimos todos, lo importante es como.
En mi mente resonaban tantos besos, enojos, celos, odios y hasta malestares estomacales representados con maestría profesional que no perdí las esperanzas. Era hora que mis dotes dramáticas coronasen mi desenlace.
Mientras me dejaba caer de rodillas al piso decidí que era necesario tocar la herida y mancharme de sangre las manos. Pensé que el dolor y la sangre se asocian fácil: Quería que cuando Elsa viera mi cuerpo supiera de mi agonía lenta y terrible; que la imagen la acompañara.
Es imprescindible tener una mirada como perdida siempre en dirección al horizonte. Los gestos de dolor mezclados con la sensación de resistirlo lo hacen a uno mas digno. Ahora si con un poco de esfuerzo y un dolor incipiente me puse de pie y me dirigí tambaleando hacia la pared. Viendo que era blanca pase las manos llenas de sangre mientras la bordeaba dejando la marca de mis dedos. Ya si con mucho dolor y nada de fuerza me dispuse a decir mis ultimas palabras mientras me sentaba contra un mueble de Formica tambien blanco.
Hice un gesto y una señora se acerco: - díganle a El...sa que la amo... y que viva una, una vi... vida plena y sin...ce...rahhh-
G.G
No hay comentarios:
Publicar un comentario