Y si, también es el momento de la duda y la incertidumbre. ¿Será el miedo o el deseo? Quizá la pregunta no sea necesariamente un problema, quizás la incertidumbre este en la obligación de la respuesta. Es que la espera es valga la redundancia esperar. Es detenerse en un salto al aire antes de la inminente caída. El preámbulo del amante. Su poesía y su arte. Es el momento de la profundidad de las palabras. Es un regalo difícil de desenvolver. Me parece que como todo lo importante en la vida puede pasar desapercibido. Será este el momento donde empezare a disfrutar la espera desde lo que es y no lo que viene. Raramente recordamos las esperas y ala vez nos han definido tanto que habitamos puros e inocentes, niños a la espera del helado o el chupetin. Lo más lúdico de nuestra esencia.
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