Así sin más apareció el diablo y le dijo a Ramsmir, el escriba: " Te ofrezco lo que desees; sólo te pido a cambio, tu alma". Ramsmir era sabio y supo ser ambicioso alguna vez. Miro al diablo y le dijo: "Si tan sólo hubieses llegado hace unos años mi alma sería tuya pero ahora pertenece a Esca la ninfa del bosque y ella ya se ha ido al camino de la luz. Y aún así no tengo nada que pedirte. Soy lo que soy y no temo a la muerte ni a tormento alguno, he vivido una vida plena. Mi camino será la luz lejos de tus ámbitos".
El diablo que hasta ese momento se había mantenido inmóvil comenzó a reír y su risa era hermosa como la de un niño y terrible como el sonido del trueno.
De repente dejo de reír y le dijo...
"Eres mío. Nadie escapa a las palabras y en tu seguridad esta la arrogancia que te ha condenado..."
Nos vemos en tu juventud...
Y desapareció.
G.G
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