Intento de fuga.

Pude frenar un instante en aquel mar de deseo, en esta mezcla extraña de sensaciones que no entiendo. Como si el ejercicio de liberación se hubiese escapado del control. No siendo mas un ejercicio para transformarse en una vivencia inconmensurable que abre las puertas de todo lo posible.

El entendimiento en los sonidos y los sabores; a las respuestas.

El amor ya no es sólo la palabra de la felicidad. Es la palabra del desconcierto y a la vez de La Paz y el caos. El miedo que no se deja domar.

Y ahí en eso que nos excede aparece el sexo, el sexo sucio y hasta el cariñoso. Ahí me detuve a ver que no estaba sólo y que nos consumíamos como leña al fuego del invierno. Llegue a mirar a varías personas a los ojos. Llorábamos y nos reíamos en la orgía del cuerpo. Supongo que las drogas liberaron también lo más animal. El animal en lo humano. Pero no me engaño, en el momento de liberación total aparece el hombre. Nunca se deja vencer del todo. Es en la humanidad donde todo existe, como un sueño que depende del soñante. La realidad depende del hombre. Sino para quien. ¿A quien le importa el orden sino al que lo atesora?. Quien querría liberarse de un monstruo más que su creador.

Nada es inabarcable. Todo es inabarcable. La única manera es ser todo y nada. Diran que eso es imposible, y es porque el imposible esta vedado por nuestros límites.

Existe una doctrina de como uno escapa y nos la enseñan y nos la ensañan. Es un error buscarlo en el silencio o la meditación. Será que el error es el camino, la búsqueda no es más que otra trampa. El encuentro o la parcialidad del encuentro no genera paz. Quien es capaz de sostener que la paz es el nirvana. Quien es capaz de sostener que el ser bueno es algo más que un método de autocontrol. El mal es para la sociedad el exceso y sin embargo la entrega debe ser total. El mal en términos sociales tampoco alcanza porque condena a la soledad. El amor es deseo de algo más es una parte del seguir, es la compañía necesaria en la única posibilidad que es la soledad.
 Los desafío a amar, los desafío a mirarse con su amante y entender que amar es dejar ir y que eso es dolor. Que el encuentro es a la vuelta y no en la partida. Que es un círculo espiralado no escalones cuadrados. Son niveles y a la vez nada que lo jerarquice. 
Ahora que lo pienso un poco más pude despegarme del deseo un segundo y creí entender pero ya no estoy seguro porque me explaye de la forma equivocada. Si hubiese dejado que todo fuera, quizás no hubiese escrito esto. Se que estoy cerca y que hay otra posibilidad cercana. ¿Me dejare seguir? ¿A qué costo? ¿

Importara?